Auge y caída de Tiahuanaco

Parte I (S. XVI A.C) Aykisi

Aykisi (el que funde el oro) está contento, tras años de experimentos ha conseguido domar el metal. Su familia se salvó del genocidio de su pueblo por su maestría en los metales. El clan del cacique Ninawillka (Sol del Fuego), tenía ciertos conocimientos en el manejo de los metales nobles como el Oro y la Plata pero nada que se pudiese comparar a las dotes del clan de Aykisi.

Algunos ídolos están incompletos

Sin embargo, sus experimentos no iban orientados a metales destinados para la religiosidad y el arte. Aykisi es lo que muchos años después, en un continente todavía muy lejano, se llamaría Ingeniero. Aykisi acababa de hacer un descubrimiento fundamental para la cultura Tiahuanaco, las aleaciones de bronce, que se emplearían en arquitectura, fabricación de armas y herramientas.

Los adelantos tecnológicos en agricultura para alimentar a una gran población, los contactos comerciales y militares y la supremacía científica estaban siendo la base para crear un imperio que llegaría a tener 600.000 km2 de influencia.

Parte II (S. II D.C.) Tintaya

Tintaya (el que consigue lo que quiere) vive en una ciudad de 20.000 personas, con diferencia la más grande del continente. Él es el maestro cervecero, en realidad es un sacerdote que produce una bebida sagrada llamada chicha y aunque su receta y modo de preparación es secreto de estado podemos decir que está hecha a base de maíz.

La cerámica y las vasijas ceremoniales son de extrema importancia

Subestimar el poder de esta bebida en la cohesión del imperio demostraría una falta de visión grave. Tintaya era consciente de ello, así como el emperador. Todos los encargados en la creación, transporte y realización de ritos formaban parte de la nobleza. Los pueblos periféricos acudían a la capital para obtener suministro y rendir pleitesía. Una vez allí la majestuosidad de la urbe les dejaba obnubilados. ¿Cómo no creer en la divinidad del emperador? Aldeanos que venía de poblaciones hechas en chozas de barro llegaban a una ciudad donde edificios administrativos de piedra se alzaban imperiales sobre acequias que hacían su labor de regadío, limpieza de las calles y servían también para disipar el calor sofocante. Los templos religiosos estaban cubiertos de pan de oro y brillaban a la luz del Dios Inti. Los sacerdotes, también cubiertos de ese metal precioso, realizaban sus labores ante la atenta mirada de los jefes diplomáticos que acababan llegando a acuerdos de sumisión frente al poder del imperio Tiahuanaco. Estos acuerdos se cerraban en un rito ceremonial donde la chicha siempre estaba presente.

Parte III (Siglo VIII D.C.) Anku

Anku (indomable) proviene de un pueblo guerrero de la selva. Nunca habían oído hablar de diplomacia ni de subyugación. Sus antepasados habían conocido sólo una dicotomía: victoria o muerte. Él siempre había pensado que el final de su vida llegaría en un campo de batalla, ese es el destino que había elegido y no ser esclavo.

El cacique había negociado la integración dentro del imperio. Ellos formaban parte de la comitiva que acompañaba a la hija del cacique a sus esponsales en Tiahuanaco. En el acuerdo figuraba este matrimonio que emparentaba dos familias nobles así como la cesión de trabajadores para ayudar al emperador.

Partes del complejo han conseguido ser restauradas

Anku, había aceptado el acuerdo de paz a regañadientes. Habían guerreado con otros pueblos que tomaban perdedores de guerra como esclavos y lo consideraban un deshonor. Para él, morir en el campo de batalla significaba un billete de ida para el paraíso en el más allá.

“El puma muere bajo la flecha pero el cerdo muere en la hoguera.”

Anku no quiere convertirse en cerdo. La única razón para aceptar su destino es el juramento de sangre que tiene con su líder. Las semanas de viaje hasta la capital del imperio han sido penosas, sobre todo los primeros días atravesando selvas, ríos helados y pasos de montaña a más de 5000 metros. Una vez que la civilización aparece todo es más sencillo. Anku se siente asombrado por los caminos empedrados que se dirigen hacia la ciudad más grande del continente.

Una vez allí no puede dejar de apreciar la sublime arquitectura de la ciudad en la distancia. Es más grande que nada que Anku haya visto en su vida a excepción de los Apus. Sin embargo, una vez se aproximan a la ciudad el panorama cambia. Multitud de piedras excepcionalmente esculpidas yacen inertes a los bordes del camino. La dejadez de los jardines es evidente como el abandono de muchos edificios públicos.

Anku pensaba en buscar la gloria traicionando su palabra de sumisión al emperador y morir junto a sus incondicionales. Cuando la ceremonia se celebraba en el templo cogió un tumi (cuchillo ceremonial) y cercenó la garganta del sacerdote. El terror inundó los ojos del esposo. Los pocos soldados que custodiaban el templo huyeron cuando sus compañeros se levantaron en armas.

Anku atravesó la Puerta de la Luna para subir a lo más alto de la pirámide Akapana. Desde allí tenía una vista excelente que llegaba hasta el Titicaca. Su alma esperaba ver a hordas de guerreros preparadas para repeler la invasión una vez que se dio la voz de alarma. En vez de eso vio campos sin labrar, obras sin terminar y un imperio que estaba condenado a desaparecer.

La Puerta de La Luna fue rescatada de un cementerio donde la habían colocado los españoles. En realidad ni es religiosa ni pertenece a este complejo

La comitiva abandonó la ciudad no sin antes maldecirla. Muchos otros forasteros que habían llegado como invitados o vasallos del emperador también lo hacían. Las estructuras estaban rotas y ya nadie tenía fe en un estado fallido. Anku echó una última mirada atrás. Sus ojos se inundaban en lágrimas, el espíritu del guerrero anhelaba una lucha contra un imperio opresor pero ese imperio había sido asesinado por los desastres naturales, la mala cosecha y la mala gestión. Dibujó un puma en el suelo y nunca más volvió a mirar atrás.

Parte IV (S. XVI D.C) Pedro Cieza de León

Pedro Cieza de León tiene una misión. El imperio Inca ha caído y Atahualpa ha sido ejecutado. Corren rumores que aún quedan otras capitales y ciudades importantes del imperio que pueden ser saqueadas.

Nada que envidiar a los Moais de la Isla de Pascua

Su pequeño destacamento se dirige al sur, más allá del Titicaca. Desde el horizonte ve restos de lo que una vez fue una ciudad imponente. Pregunta a los habitantes locales quién construyó esa ciudad. Su nombre hace siglos que se perdió en la desmemoria de los pueblos. Su cultura y su tecnología ha ido desapareciendo y mimetizándose con la de pueblos mucho menos avanzados. La ciudad parece maldita y los aborígenes la evitan para no enfadar a los dioses. Escucha varias veces la palabra Tiahuanaco y considera que es el nombre de la ciudad. Su cronista lo escribe de manera pulcra esa noche.

«Conquista de Tiahuanaco, capital sur del imperio Inca.»

Sin embargo, Pedro sabe que quienquiera que fuera capaz de construir obra de semejante calibre debía ser respetado. Ordena que su base se establezca en lo que fue la capital de un imperio. Los soldados, de naturaleza supersticiosa, marcan cruces en los dioses de piedra que estuvieron olvidados mientras la naturaleza restituye lo que una vez fue suyo.

Explicación histórica

A diferencia de Machu Picchu Tiahuanaco no está tan explotado turísticamente ni académicamente. Hay multitud de teorías sobre su origen y su desaparición, la mayoría de ellas con pocos datos fehacientes.

666 Tiahuanaco

A diferencia de la cultura incaica, ya había desaparecido muchos años antes de la llegada de los castellanos al Nuevo Mundo así que los cronistas no pudieron hacer un relato preciso de sus vivencias.

La chicha es un elemento muy importante dentro de la cultura y de los pueblos amerindios. Asimismo la teoría de que el exceso de mano de obra atribuído para realizar los encargos del emperador unido tal vez a periodos estacionales como el Niño y la Niña pudiera ser una de las causas de la desaparición de la cultura más evolucionada que se originó en América con permiso de los Aztecas.

Sitio arqueológico Tiwanaku

Las similitudes con el Tahuantinsuyu no se pueden obviar y se podría considerar este mismo como una derivación de la cultura de Tiahuanaco.

Cuadro cronológico de la cultura Tiwanaku

Las teorías sobre el origen del nombre vendrían de un error de comprensión del aimara: Tiwanaku (thia ‘ribera’ y wañaku, ‘seca’).

Datos Prácticos

No os voy a repetir la información que podéis encontrar aquí https://www.boliviaturismo.com.bo/tiahuanaco.php .

Desde el transporte semipúblico el precio de la furgoneta compartida será menor que si se coge un viaje organizado por agencia. No obstante, es muy recomendable tener un buen guía.

El precio de las entradas para europeos se puede considerar abusivo. Hay una puerta ‘vigilada’ pero digamos que es fácil entrar al complejo sin entrada. Los niños lo atraviesan para ir a la escuela.

El museo está extrañamente modernizado en poca sintonía con el resto de los sitios arqueológicos del país y es muy recomendable. Los textos que acompañan a las salas están hechos desde un punto de vista científico muy alejado del fanatismo que suele acompañar a las explicaciones del continente.

El Estado Boliviano consideró que los estudiantes de Harvard que realizaban las prácticas de verano y que revitalizaron el turismo y los conocimientos sobre la cultura Tiahuanaco no estaban capacitados para llevar a cabo esa labor por lo que canceló el convenio. Ahora el yacimiento está bastante abandonado y sólo muestra una parte de lo que podría ser.

Reflexiones

Un día como hoy es perfecto para pensar qué significa «Imperio» o en un término más ajustado a nuestros días «Estado«. Multitud de pueblos y culturas se pueden unir en un imperio bien por la fuerza o por el beneficio simbiótico. Una vez que este beneficio desaparece la unión se va deteriorando hasta la ruptura. El ejemplo de Tiahuanaco puede ser extrapolado al día de hoy. El estudio de la historia es muy importante para poder evitar decisiones erróneas basadas en lecciones aprendidas en el pasado. Esto es muy bonito de decir pero los próceres aún se empeñan en invadir Rusia.

Deja un comentario